Hace ya unos meses os enseñaba unas compras de geles de uñas que había
hecho en Nded (AQUÍ) y os comentaba que tenía pensado hacer un experimento. Os prometí que
si el resultado era positivo, os lo contaría por aquí y eso es precisamente lo
que vengo a hacer hoy.
Se me
ocurrió que podría probar a mezclar gel de uñas UV con algún esmalte
tradicional y conseguir así una
especie de esmalte semi-permanente casero. La verdad es que no tenía ni
idea de si aquello podría funcionar o no y como en internet suele haber
prácticamente de todo, me dispuse a investigar un poco. Encontré muy poca cosa.
Sí pude ver, que algunas chicas mezclaban geles con pigmentos (que es algo que
tengo en mente probar algún día) pero de la mezcla de gel con esmalte apenas
había nada y la información que había era ¿cómo decirlo?... ¿Incompleta?...
¿Sesgada?... ¿Mala, tal vez?... Así que me dije a mi misma, prueba a hacerlo tú
en casa y cuéntalo tal y como te gustaría leerlo, en el caso de que buscases
información al respecto; y aquí lo tenéis.
Lo
primero que hay que tener en cuenta es que dependiendo del gel que usemos como
base para la mezcla, vamos a poder añadir más o menos cantidad de esmalte y
esto va a afectar tanto en el color que finalmente podamos conseguir, como en
la textura del producto. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo mezclar un gel
transparente, que uno blanco. Si utilizamos como base un gel transparente,
conseguimos tonos más translúcidos, mientras que si usamos como base un gel
blanco el resultado es más opaco y más cubriente.
El problema de estas mezclas con geles, está en dar con la proporción justa que te permita por un lado conseguir
el color que buscas, y por el otro que esa mezcla cure bien en lámpara. Aunque no
puedo daros cantidades exactas, porque todo depende de la densidad del gel que
uséis como base, sí os voy a dar una pauta a seguir. Yo recomiendo usar un gel
de construcción o que al menos sea bastante denso y que no superéis la
proporción de 1/3 de esmalte, en relación a la cantidad
total de producto. Es decir, como
mucho pondría 1 parte de
esmalte por cada 2 partes de gel de construcción o de textura densa.
Otra
cosa a tener en cuenta, sería el tema de la conservación.
Si os fijáis en los productos indicados para secar en lámpara, suelen venir en envases opacos para
no estar expuestos a la luz y eso no es por mero capricho.
Aún recuerdo
aquel bonito día de primavera, en que tuve la genial idea de hacerme las uñas
de gel en el patio de casa. Después de preparar toda la parafernalia necesaria
y de colocar un alargador para poder enchufar la lámpara, resultó que en cuanto
abrí el tarro de gel, se hizo una capa dura y bastante gruesa en la superficie,
que tuve que tirar. Sí chicas, nada de
hacerse las uñas en el patio aprovechando el solecito, por muy apetecible que
resulte.
Si lo
piensas después, es bastante lógico que esto suceda, pero ese día me debió
pillar con pocas neuronas en funcionamiento. Moraleja:
El gel y la luz solar no se llevan nada bien. Ja, ja, ja... Bromas aparte, mi consejo es que conservéis la
mezcla en un envase opaco.
En
cuanto a las cantidades a mezclar, ya os he dicho antes que no es una ciencia exacta. En
principio, si no superáis la proporción que os comentaba del tercio de esmalte,
en relación a la cantidad total de producto, debe de curar en la lámpara sin
problemas. Lo que sí va
a suceder seguro, es que aumentará el tiempo de
curado. Es decir, tardará en curar algún minuto más de lo que tarda en
curar habitualmente el gel que uséis como base. Lo más aconsejable es hacer una
prueba con poca cantidad y una vez veáis que el color os gusta y que cura bien
sin necesidad de un tiempo excesivo, ya os podéis lanzar a hacer algo más de
cantidad. Tras la prueba de curado, es conveniente poner con un rotulador los
minutos que tarda en el botecito donde guardéis la mezcla, para tenerlo en
cuenta a la hora de usarlo. Esto os vendrá muy bien en un futuro, sobre todo si
hacéis varias mezclas.
Como
veis en la foto, yo he obtenido un tono nude y para ello he mezclado gel
blanco, gel transparente y un par de esmaltes en tono topo. Uno es el que veis
en la foto de Kiko y el otro es uno que compré en un bazar de la marca Nagelin,
que va en la misma gama de color aunque es algo más claro. Sinceramente, me
hubiese apañado perfectamente con el de Kiko e incluso mejor porque es algo más
oscuro, pero quería dar salida al de Nagelin que aunque es muy bonito, no me
aguanta nada en las uñas. No os concreto los tonos, porque en este caso no
tienen demasiada importancia y porque si hay algo que tiene de bueno este
método, es que podemos conseguir tonos únicos.
En
cuanto a la textura del producto que he conseguido, tengo que decir que se
trabaja con bastante facilidad. El gel de Nded de color blanco, que es del que
mayor cantidad he usado, se auto-nivela muy bien y eso facilita mucho que el
tono quede muy liso y uniforme. Cubre la uña bastante bien y en la foto que
veis, he usado un par de capas finas, como hago habitualmente con la mayoría de
esmaltes semi-permanentes. Para aplicarlo, ni siquiera he necesitado usar
ningún pincel especial, me he servido de un pincel de un esmalte cualquiera.
Tema duración, que es algo que
siempre buscamos cuando usamos este tipo de manicura. Seguramente va a variar
dependiendo de los productos que uséis. Si el gel que usáis como base, es de
buena calidad y os aguanta bien en la uña, también os aguantará bien la mezcla;
al menos esa ha sido mi experiencia. Supongo que la calidad del esmalte también
puede influir, aunque menos porque lleva poca cantidad.
El resto
de productos que he usado para preparar la uña y demás, son los mismos que uso
cuando utilizo otros esmaltes semi-permanentes. Podéis ver AQUÍ que productos son los que uso y que
pasos sigo a la hora de hacer un esmaltado semi-permanente. Como base en esta
ocasión usé la de Nded, porque tengo varias y las voy alternando, pero el resto
es todo igual.
En este
caso la mezcla me ha aguantando bastante bien en las uñas y solo en una de
ellas me saltó una esquinita, pasados 8 días. Esto sucede en ocasiones por
cuestiones externas al producto. Cualquier golpe o una mala aplicación, puede
hacer que alguna uña en concreto se te estropee antes, es algo que pasa con
todos los productos de secado en lámpara.
El día que me saltó una de las uñas
aproveché para cambiar el tono en un par de uñas de cada mano y también la
decoración.
En el
momento en que decidí quitarme la manicura la llevaba puesta 15 días. Como
podéis ver en la foto, se aprecia el nacimiento de la uña, pero el resto está
muy bien. Para ser sincera decidí retirar la manicura, porque por una parte el
nacimiento ya era bastante evidente y por otra parte no creía que me fuese a
aguantar otra semana completa. De hecho, poco rato después de hacer la foto me
saltó un poco la punta de una uña. Siendo totalmente justa diré también, que
estuve limpiando la cocina aquel día y estuve toda la mañana con las manos a
remojo, usando productos como quita-grasas y demás sin utilizar guantes ni nada
por el estilo.
En
conclusión: Me parece que este es un sistema con el que podemos obtener colores propios y
duraderos, además de sacar partido a esmaltes que por su corta duración
tengamos arrinconados, por muy bonitos que nos parezcan. Tampoco vayáis a
pensar que mezclando cualquier esmalte con un gel vais a conseguir exactamente
el mismo tono del esmalte, porque al hacer la mezcla el tono varía y se rebaja
bastante la intensidad del color. Dependiendo de la cantidad que usemos de
esmalte, obtendremos un tono diferente, pero siempre en esa gama de color. En
principio, si solo usamos gel transparente o blanco, no vamos a poder conseguir
colores oscuros, ya que necesitaríamos usar mucha cantidad de esmalte y
seguramente esa mezcla no terminase de curar en lámpara. En mi caso, tengo
algún gel de color intenso con el que puedo ayudarme, a la hora de hacer las
mezclas e incluso podríamos usar algunas gotitas de algún esmalte
semi-permanente más oscuro, para ayudar a subir el tono. Al final, esto no es
más que mezclar, jugar y experimentar.
Bueno,
pues esto es lo que os traigo hoy. La verdad es que estoy bastante contenta con
el resultado y es por eso que he querido compartirlo con vosotras. Un besazo
para todas y a pasar buen día.
P.D.S:
Si
tenéis alguna duda al respecto y puedo ayudaros, ya sabéis que lo haré
encantada. Eso sí, lo mejor es que me enviéis un correo electrónico o que os
pongáis en contacto conmigo mediante mi Instagram o mi página de Facebook,
porque los mensajes que dejáis aquí puedo leerlos, pero en la mayoría de los
casos no me deja responderos personalmente, sino que únicamente se publica mi
respuesta en este mismo blog.
Disculpad
la calidad de las fotos, pero mi ordenador murió y no hubo otra forma de
recuperarlo más que formateándolo. Algunas fotos las he tenido que tomar de
Instagram y la calidad es algo peor.
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