Hace más de un año,
cuando casi nadie hablaba aún de las CC Creams leí un artículo que me las dio a
conocer y decidí indagar un poco en el tema. Os hablaba de ellas en ESTE POST hace unos meses
después un montón de marcas han ido sacando la suya propia.
Me apetecía un montón
probar esta de Bell, pero dudaba entre ella y alguna BB Cream que también me
llamaba la atención. Me decidí a pedir consejo a Arroin80, explicándole cual
era mi tipo de piel, mi tono y lo que buscaba y ella me recomendó esta CCC de
Bell.
Estoy a punto de
terminarla y entre unas cosas y otras no había encontrado el momento de haceros
la review sobre ella, pero finalmente aquí está.
Empiezo por lo que hay
más a la vista que es el envase, en este caso es muy sencillo. El producto
viene en un tubo de plástico, con una boquilla alargada. La verdad es que cada
vez aprecio más este tipo de envases, porque aunque no me parecen nada glamurosos,
sí son muy cómodos y limpios. No hay ningún problema si se caen al suelo por
accidente y te permiten aprovechar el producto hasta el final.
Contiene 30 ml. y
su precio es de 7´25 €. Tiene protección UVA y UVB, cosa que está
muy bien, pero con esto a mi me pasa una cosa... Cuando en los envases de un
producto viene indicado que tienen protección, pero sin embargo no indican
exactamente cuál es el SPF que tienen, me hacen dudar; porque vale que estamos
protegidas, pero ¿cómo de protegidas? He intentado buscar el dato y si no me
equivoco, solo tiene un SPF del 6, que a mi entender y para ser una CC Cream es
muy bajo.
El tono que yo tengo es
el más claro (020 Nude) y el subtono es amarillento. La textura
de esta CCC es bastante fluida , aunque no tanto como la BBC de Garnier
para piel mixta-grasa (por compararla con alguna que sea bastante conocida).
Me parece que se
amolda bien a diferentes tonos, ya que pedí el tono 020 Nude con la
intención de utilizarla en otoño-invierno y al no poderme resistir ante la
curiosidad empecé a probarla cuando aún me quedaba algo del morenito del
verano. La verdad es que aunque me quedaba algo clara, no me hacía parecer
Casper y tan solo aplicando un polvo que tuviera algo de color, conseguía el
tono adecuado sin mucho esfuerzo. Ahora que estoy en mi tono, me va perfecta.
El acabado que
deja es bastante natural, muy similar al de la mayoría de BBC que he
probado, teniendo en cuenta que no me suelo decantar por BBC que tengan una
cobertura ultra ligera. Siguiendo también la línea de las BBC, unifica el
tono y da buen aspecto, pero no cubre imperfecciones. Ya sabemos que
estos productos no proporcionan una alta cobertura, pero en todo caso es
suficiente para lo que yo busco en un maquillaje de diario.
Tengo la impresión de que
utilizándola a diario no cundiría mucho, porque necesito aplicar bastante
cantidad cada vez que la uso. Si aplico la misma cantidad que de otras BB
Creams que tengo, el efecto es casi de cara lavada.
La CCC por sí sola, sin
matizarla con ningún polvo, deja un acabado muy bonito. No es el típico acabado
jugoso que tan de moda se ha puesto, pero tampoco es un acabado mate de los que
dejan la piel apagada. Yo lo definiría como semi-mate, en cuanto a que la piel
no queda con aspecto húmedo, pero si da un poco de luminosidad.
Lo cierto es que yo, por
mi tipo de piel siempre matizo la mayoría de las “bases”, al menos en la zona
T. El tema de los brillos, al no ser extra mate, no es que me los controle pero
tampoco me los saca de inmediato.
La duración no está mal,
me aguanta la jornada laboral de la mañana y si la voy a llevar más horas, lo
que hago es retirar brillos y aplicar encima un polvo para refrescarla un poco.
En conclusión, la
recomendaría sobre todo a personas que no quieren acabados demasiado mates y
también a pieles maduras que no sean demasiado grasas.
Como punto final me
gustaría añadir que no he notado una diferencia brutal entre utilizar una BB
Cream o una CC Cream y que podría utilizar indistintamente uno u otro producto.
Y nada más por hoy.
¡Hasta pronto!
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