¡Hola a todos de nuevo!
Supongo que ya muchos de vosotros estáis de vacaciones y
otros con el pensamiento puesto en ellas. Hoy vengo para hablaros de una novela
que según mi punto de vista está muy bien para ahora, para el verano, porque es
una novela sencilla, rápida, sin entresijos enrevesados que te hagan pensar
demasiado. Que las neuronas con estas temperaturas, andan algo derretidas y no
están por la labor de trabajar demasiado ¿verdad?
Ya sabéis, un poco en la línea de lo que os comentaba el
otro día, sin más pretensiones que las de pasar un rato de entretenimiento.
Aviso, que nadie busque en ella una obra maestra o una literatura de la ostia,
porque no la va a encontrar.
La novela está contada en primera persona por la
protagonista de la historia, “Victoria Adams”. Victoria es una chica con doble
nacionalidad, española e inglesa, que después de un cúmulo de acontecimientos
desgraciados en un solo día, decide coger las maletas y marcharse a vivir a
Londres.
Nada más llegar al edificio donde va a vivir conoce a su
vecino “Ashley Greenfield”, un médico que por casualidades de la vida trabaja
en el mismo hospital que sus dos compañeras de piso (Monique y Alberta), que
son enfermeras.
Es conocerse y surgir de inmediato la atracción entre ellos,
pero hay una serie de trabas que hacen que su relación se estanque en una
especie de amistad extraña, a la que le cuesta Dios y ayuda evolucionar hacia
algo más.
Eso en cuanto al argumento. En cuanto a la narración que usa
la autora puedo decir que resulta desenfadada y que hace continuas alusiones al
lector, haciendo que resulte menos formal, si cabe.
En principio yo la catalogaría como una novela romántica.
Puede que haya por ahí un par de escenas subidas de tono, pero se dan sobre
todo cuando la historia está muy avanzada. Es por ello que podría ser un buen
libro para aquellos que quieren adentrarse a leer novela del género
romántico-erótico.
Y poco más que añadir, la verdad. Es un libro que empecé a
leer porque el título y la portada llamaron mi atención, pero que al final me
ha resultado entretenido. Eso sí, os recuerdo, sin pretensiones.
Y para terminar un par de frases del libro:
-
“Dicen que de los escarmentados, nacen los avisados”
-
“Los rumores son llevados por los hipócritas,
difundidos por los tontos, y aceptados por los idiotas”.
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